Con el paso de los años las personas van experimentando cambios en su organismo y en su vida. Uno de éstos es la alteración del sueño o dificultad para dormir, lo que se traduce en un sueño fragmentado que a veces impide descansar y provoca falta de energía vital.

Los expertos concuerdan en que el descanso es indispensable para alcanzar un equilibrio, armonía y salud tanto interna como externamente. Cuando no hay descanso, se empieza a forzar nuestro cuerpo, mente, emociones y conducta. Es por eso que, si tienes la posibilidad de tomar vacaciones, hazlo de todas maneras. Y si no, busca alguna actividad que te permita romper con la rutina, ya que ese cambio te ayudará a descansar.

Las consecuencias de no tomar un descanso se ven en el cuerpo, en la mente y en el sistema emocional. En el cuerpo, se puede instalar un cansancio crónico que conlleva un menor rendimiento físico, así como una baja de respuesta en los reflejos. Desde el punto de vista intelectual, se genera una alteración en la percepción y aumenta la tendencia a cometer errores y accidentes, además de limitar la capacidad cognitiva. Y por último, Y en relación a las emociones, estar muy cansado genera irritabilidad y malestar en general.  

El descanso es esencial para mantenerte sano y en equilibrio integral, tomando conciencia de tus propios límites. Nunca lo pospongas o relegues, pues es mejor un descanso de calidad, que de cantidad. De esta forma, no sólo tú estarás bien sino que también los que te rodean.