Crear una huerta en casa, incluso en espacios pequeños como terrazas, balcones o jardines reducidos, es una excelente manera de mejorar tu salud y tu economía, además de contribuir al cuidado del medio ambiente. Comenzar es sencillo: elige plantas que se adapten a tu espacio y clima, como hierbas aromáticas, lechugas o tomates cherry. Utiliza macetas, jardineras o incluso recipientes reciclados para maximizar el uso del espacio.

Los beneficios son múltiples. Cultivar tus propios vegetales y hierbas te asegura alimentos frescos y libres de pesticidas, lo que es excelente para tu salud. Además, al tener una huerta en casa, reduces la necesidad de comprar estos productos, lo que puede significar un ahorro significativo en tu presupuesto de alimentos. Las plantas también ayudan a mejorar la calidad del aire y proporcionan un espacio verde que puede reducir el estrés y mejorar tu bienestar general.

Desde una perspectiva ambiental, una huerta en casa ayuda a reducir la huella de carbono al disminuir la dependencia de productos transportados desde lugares lejanos, lo que disminuye las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas al transporte. Además, puedes practicar el reciclaje de residuos orgánicos al usarlos como compost para tus plantas, lo que contribuye a la reducción de desechos y mejora la salud del suelo.

Para empezar, asegúrate de usar tierra de buena calidad y fertilizantes orgánicos para nutrir tus plantas. Riega de manera regular y revisa si necesitan más luz solar o sombra. Involúcrate en el cuidado de tu huerta y verás cómo pronto se convierte en un rincón verde y productivo en tu hogar.